Misión: Trabajar el mundo de la materia recordando que esta es un medio y no un fin en sí mismo.
Planeta regente: Saturno.
Saturno representa tiempo, quien recuerda al hombre su condición humana temporal y circunstancial, su atadura a la materia y a las condiciones físicas. Es él quien aprisiona al alma dentro del cuerpo, por eso representa también la conciencia de la vejez y la muerte, realidades inevitables para todo ser humano.
Este planeta nos da la noción de presente, pasado y futuro, nos enseña el valor de la experiencia y a entender que es el tiempo quien siempre tiene las respuestas. Por eso con Saturno se debe aprender a discriminar el momento adecuado para actuar, sin apresurarnos en nuestras decisiones, sobre todo aquellas que implican cambios importantes en la vida.
Su metal es el plomo, representando la parte más densa de nuestra personalidad, la materia prima de los alquimistas como base para el proceso de transmutación en oro (Sol).
Nada de lo que obtengamos con Saturno será resultado de la suerte. Sólo si hemos sido honestos en nuestras intenciones, será benévolo en sus resultados.
En la Edad Media era conocido como el “Malefico Mayor” y actualmente se le identifica como el “planeta del karma”. El karma es la ley de causa y efecto, es decir, que toda acción que se haya realizado será devuelta con la misma intensidad. Esta ley ordena el universo y da sentido a lo que para una conciencia únicamente orientada hacia las apariencias, pudiera parecer una injusticia.
La energía de Saturno se puede manifiestar como seriedad, soledad, depresión, formalismo, distancia afectiva, rigidez. Pero también es la solidez, la construcción y todo aquello que permanece a lo largo del tiempo. La disciplina, una cualidad necesaria para todas aquellas actividades en las que se requiere de esfuerzo y dedicación para poder sobresalir, pertenece a Saturno. A diferencia de Júpiter, conoce los límites y es él quien se encarga de restringir las situaciones y colocarnos dentro de la realidad sin perdernos en exageraciones o fantasías.
Imágenes míticas: En la mitología Griega, Saturno/Cronos era un dios severo, líder que no quería perder su poder. Se tragaba a sus hijos para que no pudiesen destronarlo, así como él había hecho con su padre Urano, castrándolo. Sin embargo, su hijo Júpiter/Zeus logró escaparse y en su momento derrotarlo, convirtiéndose en dueño de los cielos y la tierra.
En el relato bíblico de Job, las pruebas a las que es sometido (su confrontación con la muerte, la pobreza y la enfermedad) pueden ser ejemplo de la resistencia de Capricornio frente a las adversidades y pruebas de la realidad.
Para los egipcios, el dios Khnum, representado como un hombre con cabeza de carnero y cuernos ondulados, era quien, entre otras cualidades, tenía la potestad de dar a los hombres el límite de su vida en la tierra, por esto era llamado el Señor del Destino.
Dinámica: El último signo de tierra representa el potencial para alcanzar el éxito social y lograr ascender en la realidad material. Para Capricornio el sendero de la vida se hace frío y empinado, debe enfrentar pruebas materiales difíciles, generalmente en soledad y ante la indiferencia de quienes le rodean. Adquiere la necesidad de poseer y construir a partir de la profunda conciencia de la carencia, presente desde los primeros años de vida, tanto en el ámbito material como el emocional. Estas experiencias le dan mayor fuerza para continuar y alcanzar los objetivos propuestos, que ya de por sí son exigentes.
La ambición sana de Capricornio es el ingrediente necesario para superar las dificultades, pero en exceso puede convertirlo en un ser poco sensible, centrado únicamente en sus intereses y metas. Puede mostrarse seco afectivamente, interesado en los vínculos en cuanto necesarios para moverse en sociedad. Aunque sepa ocultarlos, sus mayores miedos son el temor al ridículo y mostrarse inadecuado en público, por lo que gran parte de sus energías estarán dirigidas hacia las apariencias y el comportamiento socialmente correcto. Será extraño que muestre conductas fuera de lo establecido por las normas de la sociedad, ya que la respetabilidad es una cualidad que valora profundamente.
Un Capricornio frustrado mostrará los rasgos menos amables del signo, como la tendencia a estar deprimido y con actitud melancólica, culpándose por su incapacidad para realizarse, pero sin realmente intervenir activamente para cambiar su realidad.
Signo Opuesto: La sensibilidad de Cáncer muestra a Capricornio la importancia de los vínculos afectivos, de la intimidad, aportando equilibrio a una mentalidad orientada sólo a los logros materiales.
Piedra: Azabache. Conocida en la Edad Media con el nombre de ámbar negro, era utilizada como amuleto contra la brujería, la posesión y las pesadillas. Ayudaba a mitigar la melancolía y la ansiedad. Su denso color negro absorbe las energías negativas del ambiente y, transmutándolas, protege a su portador.
Planta: Amaranto. Llamada flor de la inmortalidad, se utilizaba en ritos funerarios paganos. También era utilizada por los aztecas y mayas en sus ceremonias. Se le atribuían propiedades curativas y de protección.
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